Somos lo que comemos

El proceso de aprendizaje de hábitos alimentarios es especialmente importante durante los primeros años de vida ya que, además de facilitar un buen estado nutricional y un crecimiento óptimo, puede ayudar a consolidar la adquisición de hábitos saludables para la edad adulta.

Cada etapa de la vida tiene sus peculiaridades y necesidades a las que hay que ir adaptando la alimentación. La infancia se caracteriza por ser la etapa donde se produce un mayor crecimiento físico y desarrollo psicomotor. Eso significa que la alimentación no sólo tiene que proporcionar energía para mantener las funciones vitales, sino que además debe cubrir unas necesidades mayores relacionadas con el crecimiento y la maduración. Las necesidades energéticas y nutricionales están cubiertas por el amamantamiento materno exclusivo (o, en caso de que no sea posible, por la leche adaptada) hasta los 6 meses, y a partir de entonces hay que ir incorporando nuevos alimentos de forma progresiva y en las cantidades adecuadas, adaptándose, también, al desarrollo psicomotor y al interés del niño.
 
En este periodo es importante favorecer las condiciones que permitan la adquisición progresiva de unos hábitos alimentarios saludables y una buena relación con la comida.
 
En nuestra Escuela Infantil cuidamos escrupulosamente la alimentación de nuestros niños por que sabemos que lo que coman hoy determinará su futuro.
 

El AGUA es el alimento esencial para la vida y basamos nuestras pautas de alimentación en las siguientes premisas:

 
Introducimos los alimentos de forma pautada por su pediatra esperando a que los papás prueben los nuevos alimentos con sus hijos antes de introducirlos en la Escuela Infantil.
 

Respetamos los alimentos que no les gustan a los niños, pero lo sustituimos por otros de la misma familia.
 

Los cambios de textura en los alimentos precisan tiempo de adaptación, así que ¡nos adaptamos a cada niño en este proceso!. Textura líquida – triturada – desmenuzada – trozos (esta a partir de los 18 meses).

 
En Escuela Intantil Arlequín preparamos diariamente menús adaptados a cada edad y circunstancia específica. En nuestra cocina prestamos especial interés a las intolerancias alimentarias, cumplimos rigurosamente con la normativa higiénico sanitaria y proporcionamos las cantidades y las texturas justas para cada pequeño. No añadimos azúcar a los zumos o papilas de frutas y generalmente cocinamos sin sal y con aceite de oliva.

 
Nos encanta introducir colores en la alimentación, ¡es divertido!, pero sobretodo muy saludable. Aprendemos entorno a los alimentos y los hábitos alimenticios, cuando comemos, pero también nuestras educadoras organizan montones de actividades y talleres lúdico educativos para aprender lo importante de los alimentos y la alimentación.